¿Es
posible una teoría bolivariana de la historia? Es preciso definir el enunciado. Entenderemos la palabra teoría, para efectos de esta reflexión, como la
acción de analizar y explicar el conocimiento que se pretende transmitir.
Bolivariana por su vinculación a la dialéctica de la Liberación frente a la Dominación, pero además, el sentido de integración bolivariana que advierte el filósofo mexicano Leopoldo Zea en su Filosofía como Liberación; y Taller, como un espacio donde colocar el oído sobre la realidad histórica que percibe la gente.
Finalmente queda el compromiso ético surgido de la identificación del
Ser Humano con su comunidad histórica. La armonía entre el ethos y el daemon, la
concepción aristotélica de la felicidad entendida como vida plena, o la mayor
suma de Felicidad Posible.
Para
explicar la Historia desde una perspectiva estratégica debemos puntualizar que nuestra acción hermenéutica está ubicada desde la
periferia. No podemos separarla de un compromiso ético que emerge de la vida
misma. Revisamos un conjunto documental de manera analítica. Percibimos la
necesidad de darle solución a un problema histórico secular, vale decir de
quinientos años desde que emerge en esta parte del Planeta, la dominación
colonial como energía económica de la civilización moderna brotada de la mano
de obra desechable, y de las más variadas formas de explotación al servicio de
la Metrópolis.
La dominación colonial comienza desde el mismo momento cuando Colón
manda a construir el fuerte de la Natividad con los restos de madera
provenientes de la Nao Santa María y la
resistencia indígena se pone de manifiesto al ser incendiado a comienzos del
mismo año de 1493.
Nuestra explicación parte del momento primordial de la expansión
geográfica de la cultura moderna a nuestro continente. Esta cultura la
sintetizamos en los cuatro principios de la cosmovisión de Europa la Primera
presentados en la obra de José Manuel Briceño Guerrero
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